miércoles, 13 de mayo de 2015

CUALQUIER IMBÉCIL PUEDE TENER UN HIJO

Ayer, en la clase de psicología estuvimos viendo el tema de los agentes socializadores de la persona. En él, pudimos ver como afectan estos en el desarrollo a nivel deportivo , y por ende, educativo.
Para entrar en detalle en este tema, contamos una serie de anécdotas que dejaban en evidencia a algunos padres que, con estas, veíamos razones más que considerables de porqué cada vez existen más abandonos de los niños en un deporte determinado.

Entre estas anécdotas, conté desde la experiencia de un conocido, una situación que se dio en el fútbol base en niños de apenas 12 años. Al parecer, ante la insistencia de un niño por que le pusieran de delantero para meter un gol, el entrenador se extrañó y le preguntó a que se debía esta entrega y estas ganas por meter un gol, a lo que el niño le respondió: "si meto un gol mi padre me da 20 euros".
U otra en la que un padre castigaba a su hijo si queda a tercero, o le premiaba en exceso si ganaba. O ya otra conocida por todos nosotros, de aquellos padres que solo van al campo a insultar al árbitro. 

Ante estas situaciones, en mi poinión, como profesionales debemos actuar con charlas con los padres y explicarles que sus hijos se encuentran en una ESCUELA de fútbol. Puede resultar dificil ante algún padre de este tipo en el que quiere que su hijo sea Messi, o mejor dicho, que pague con él su frustramiento en un pasado.

Este tipo de detalles no solo afectan a nivel deportivo, obviamente bajo el cargo de un padre con este tipo de actuaciones, y ante un hijo que siempre tendrá a su padre como figura idolatrada, también afectará y en gran medida a nivel educativo. 

Y es que cualquier imbécil puede tener un hijo. Intentemos cambiar esto.

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo Paolo, se debe hacer algo al respecto.
    Bajo mi punto de vista, los padres deben ser reconducidos y sabedores que esas actitudes no pueden permitirse, y es que algunos padres no saben que la finalidad del deporte en categorías menores es distinta a la de los mayores. En categorías menores los principales objetivos deben ser formativos y donde más se promuevan los valores del deporte como el compañerismo, esfuerzo, superación personal o la cooperación entre otros, ya que es una edad crítica y su futuro va a depender mucho de ello.
    Es más, si un niño ve que su padre se enfada si no marca gol o insulta al árbitro por su frustración, el niño se verá obligado a satisfacer a su padre para que esto no ocurra y cada partido será un mala experiencia y llena de tensión.
    Entonces si resulta muy difícil cambiar la actitud del padre, una solución podría ser no dejarles entrar en los campos, medida que ya han adoptado algunos clubes por cierto.

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    1. Gran aportación para completar este post, Salva. Es muy interesante eso que dices de que ya hay clubes que han optado por esas medidas. Además, la permanente asistencia de los cuerpos policiales a los campos tampoco ayuda a todo esto de lo que hablamos.

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