martes, 31 de marzo de 2015

IMPORTA

IMPORTA

Ayer en clase, nuestro grupo formado para representar o dar especial atención a una parte del libro, habló de la situación de Natalie debida a su padre. Hicimos hincapié en esta parte del libro que escribe Pennac por la importancia que tiene, sin ninguna duda, la influencia paternal o doméstica en la actitud académica del niño/a. Esta influencia que puede ser negativa, puede deberse a diversos motivos, nosotros lo enfocamos a un caso en el que nos identificamos tanto Hugo como yo, y que pudimos ver y sentir en clase.

El motivo que compartimos ambos era la enfermedad que todos conocemos de cerca o de lejos, y que tantos millones de personas la sufren en el mundo, sí, hablo del cáncer. En este caso hay dos tipos de actitudes, el que hace saber en todo momento al profesorado y compañeros la situación en casa e intenta buscar ayuda por parte del colegio, y el alumno que reprime todos sus sentimientos y que estos se convierten en una curva que solo hace que ir hacia abajo en cuanto a resultados y malestar académico se refiere. En el caso que expusimos en clase hace referencia a la segunda actitud. Y en este caso, ¿cómo debe actuar el profesor, y lo que es más importante, cómo se entera de algo así si nadie se lo dice? Bien, bajo mi punto de vista es muy fácil y muy complicado a la vez dependiendo de los casos. Si estamos ante una persona que solo sacaba buenas notas y tenía un comportamiento ejemplar en clase y vemos que esto empieza a cambiar, y ya no cambiar, a obtener los resultados contarios, lo más normal es que el profesor reúna a sus familiares y pregunte qué es lo que está pasando. Pero si el alumno es un alumno mediocre e irregular y empieza a suspender, el profesor no mostrará tanto interés por ese alumno si nos regimos al comportamiento de un profesor que no pone igual atención a todos sus alumnos, que no son pocos hoy en día.


Por ello y concluyendo con este tema, un profesor debe por norma general preocuparse por cada alumno e intentar llevar a toda la clase en la misma dirección, y si alguien se descuelga saber por qué e intentar salvarlo de un fracaso escolar que solo el profesor tiene poder de hacer. Nadie dijo que ser profesor fuera fácil, pero es así, cada alumno IMPORTA.

domingo, 8 de marzo de 2015

EXPERIENCIA COMO DOCENTE TEMPORAL

Salido el tema en clase de que es para nosotros un buen docente, y de quien ha sido el mejor profesor que hemos tenido hasta la fecha, aprovecho para contar mi experiencia que aún vivo como profesor en prácticas en un colegio de primaria como estudiante de magisterio.

Provengo de un colegio concertado en el que he formado parte de este toda la vida, y digo esto por lo que quiero reflexionar a continuación. No pretendo poner en una balanza las ventajas y los inconvenientes, ni qué tipo de colegio es mejor ni mucho menos, pero hoy en día existe una realidad que, con los tiempos que corren, las familias se pueden permitir menos tener a sus hijos en un colegio privado o concertado, y esto se suma al casi olvido por parte del Gobierno por las escuelas públicas en las que cada vez reciben menos ayudas, y se ven afectadas así, tanto en instalaciones como en material escolar de calidad. Por ello, se está viendo una “huida” de los colegios públicos de aquellos que pueden por dar las mejores condiciones escolares a sus hijos.

Es un tema cuanto menos preocupante, pues así lo comentaba con el director del colegio en el que estoy, y algún profesor más veterano, donde comentaban precisamente esto que estoy diciendo. Afirmaban tener bastantes menos alumnos que años atrás, además del tema ayudas, en el que tuvieron que dar clases en los pasillos durante unos meses ya que, al tener afectado el techo de una de las clases de infantil que podían atentar seriamente contra la seguridad de los niños, decidieron prevenir y dar clases en los pasillos hasta que La Generalitat les diera una respuesta que tardó en llegar casi un año…

Otro tema que también he podido ver con mis propios ojos así como haberlo comentado con el profesorado, es la falta de valores de los padres en los tiempos que corren,  pues aseguran que esto viene de pocos años atrás, el hecho de cuestionarlo todo, las continuas faltas de respeto y las claras muestras por parte de algunos de ellos de mala educación. He de decir que este colegio en el que estoy también está entorno a barrios conflictivos, y posiblemente, más de un niño provenga de la primera generación afectada por la crisis y las dificultades de criar a sus hijos de una forma adecuada visto el entorno en el que lo hacen. Por lo que podemos decir que no solo existe una crisis económica, sino una crisis también de valores, en la que se le tiene mucho menos respeto al docente que antes.


Y esto solo lo puede cambiar el propio colegio, es el poder que tiene, que un buen docente sea capaz de encarrilar y educar a un niño el cual no tiene las mismas perspectivas en casa. Y es algo que  estoy pudiendo disfrutar, ver que no solo se enseña académicamente y se le ayuda a progresar al niño, sino que también se le forma como persona,  es por esto por lo que tengo tanta vocación por esta profesión.  


sábado, 7 de marzo de 2015

PÓSTER SOBRE CONCEPCIONES DE LA MUERTE, REFLEXIÓN PERSONAL Y COMPARATIVA SOCIAL.

El tema elegido por mi grupo formado por Hugo Soriano y Manel Reig fue las concepciones de la muerte en la sociedad de hoy en día. Para ello, dividimos las posibles concepciones en tres, la muerte como algo negativo, algo a evitar y alargar; la muerte como aceptación, decidir tu propio fin por circunstancias relacionadas con la salud o el dolor de una vida que parece no dejar salida (eutanasia); y la muerte como algo positivo, un momento a celebrar según que culturas para llegar a una vida mejor o a la paz eterna.

En la primera concepción citada encontramos el miedo a morir, un miedo que aumenta con el paso de los años y que tanto encontramos en la sociedad en la que vivimos. Nos alejamos de la aceptación de una parte tan inevitable como natural en el paso por la vida. 
Recuerdo una frase muy interesante que se refiere a esta concepción dicha por Dalai Lama, que dice así:
“Lo que más me sorprende del hombre occidental es que pierden la salud para ganar dinero, después pierden el dinero para recuperar la salud, y por pensar ansiosamente en el futuro no disfrutan el presente, por lo que no viven ni el presente ni el futuro... Y viven como si no tuviesen que morir nunca  y mueren como si nunca hubieran vivido”.

Esta frase también la podemos enfocar a la gente que emplea su tiempo al deporte como único recurso de mantenerse en forma para alargar su vida.

La segunda concepción es totalmente diferente a esta que acabo de explicar, pues la muerte se acepta como el fin de un camino. Suena raro en nuestra cultura que una persona acepte la muerte con naturalidad o llegado un punto en su vida, decida poner su propia fecha final por circunstancias que no hagan de la vida algo llevadero, sino que ahogue, que deprima o que simplemente, se haga larga por el sufrimiento de problemas personales o relacionados con la salud. Por ser explícito en esto que acabo de nombrar, pongo el caso de una persona con fecha en la vida por una enfermedad terminal, o una persona tetrapléjica que decida por él mismo poner fin a una vida en la que no ve salida feliz. Pues estas personas se ven capadas por la falta de derecho en este tipo de decisiones, algo ilógico si la persona, dueña de su vida y su destino, decide tomar esta decisión por las circunstancias que sean.                                                                    
Esta situación me recuerda a la película de “One million dollar baby” producida y dirigida por Clint Eastwood, donde la protagonista de la película, una boxeadora, queda tetrapléjica después de un accidente en un combate y decide quitarse la vida pidiéndoselo a su entrenador (Clean Eastwood) desconectando la máquina de oxígeno que la mantenía en vida, vista la imposibilidad de hacerlo de forma legal.

Por último, la tercera concepción, la menos común en nuestra cultura, trata la muerte de forma positiva, un motivo de celebración que según que culturas trasciende a una vida mejor, una reencarnación o la unión del alma con su dios en otra vida paralela.
En este caso, se hace ver el cuerpo utilitario, pues el cuerpo es utilizado como una carcasa de algo eterno, el alma, que nunca muere. De esta forma, se pierde ese miedo a morir puesto que la vida es algo pasajero que se encuentra antes del nuevo comienzo, un comienzo mejor.
Ejemplo de esto, vemos la cultura islámica que entrega su vida por Alá sean cual sean los objetivos, sean inmorales o no, o también,  la celebración entre las tribus africanas.